Revista Excelsior n.º 108-109, octubre-noviembre 1990.

Ha sido laborioso; pero, gracias a Dios, ya tenemos agua. Previa la autorización de la Junta Vecinal de Boisán -una cosa más que tenemos que agradecer-, se hizo una captación a un kilómetro aproximadamente, con tres pequeños depósitos para recogida, filtraje y salida. Fue necesario hacer una zanja de unos sesenta centímetros de profundidad por un kilómetro de larga. La tubería que se ha colocado es de pulgada y cuarto. Se hizo un cálculo el primer día, cuando aún estábamos en el tiempo de sequía y los manantiales estaban casi sin hacerse. Daba entonces, unos 13.000 litros diarios. Hoy el caudal ha aumentado.

Nace de la misma entraña de la tierra, y en ningún momento el agua pasa al aire libre. Por supuesto la hemos analizado, y, claro está, es potable.

Desagües.- Se han hecho unos 100 metros, con tubería de cemento, de 20 y de 25.

La zanja de los desagües, así como la de la traída está sin terminar de tapar, y es un trabajo que habrá que hacer a mano.

Fosas sépticas.- Ya están hechas, y dispuestas para su funcionamiento. Son tres fosas contiguas para recogida, decantación y filtración. Todo ello, con capacidad muy superior a las necesidades previstas.

Revista Excelsior n.º 114, abril 1991.

Se ha tapado la mayor parte de la zanja de traída del agua, quedan unos 150 metros, que habrá que hacer a mano, ya que la máquina no pudo entrar debido a la humedad; se necesitarán unas cuantas personas durante un día. También se han tapado el resto de las zanjas e igualado el terreno.