Nombramiento de hijos adoptivos a los hermanos de Nuestra Señora de Lourdes en Astorga.

Acta de la sesión celebrada por el Pleno Municipal con carácter extraordinario el día 24.01.91. Sesión número 1/91.

El Señor Alcalde Presidente, D. Juan José Alonso Perandones, da cuenta de la propuesta de nombramiento de Hijos Adoptivos a los Hermanos de Nuestra Señora de Lourdes en Astorga, con el siguiente contenido literal:

“La propuesta de nombramiento de HIJOS ADOPTIVOS A LOS HERMANOS DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES EN ASTORGA, conocidos popularmente con el nombre de Hermanos Holandeses, responde al deseo de demostrarles la gratitud por la labor realizada en nuestra ciudad y en la diócesis durante más de veintitrés años.

Su venida a Astorga se debe a la preocupación que el obispo Marcelo González Martín sentía por los deficientes mentales de la Diócesis: su objetivo fue entonces contar con la infraestructura necesaria para llevar adelante una labor social de primer orden. Fue en el Concilio Vaticano II donde el Prelado solicitó información a otros obispos, para así hallar una congregación pionera y experimentada en la atención de los deficientes.

Ya en el año 1965 un grupo de cuatro Hermanos, Pedro, Antonio, Juan y Martín participaron en las campañas que Cáritas Diocesana emprende para recaudar fondos y subvenciones con que poder afrontar la construcción del futuro colegio.

El primer acierto de los Hermanos fue rechazar el primer anteproyecto, que concebía el uso ocupacional, educativo y residencial, como un gran bloque único. Chocaba dicha concepción arquitectónico con el planteamiento que ellos tenían: que el colegio fuera una suma de hogares, o de casas donde los chavales pudieran mantener un contacto familiar y humanizado; no en vano cada grupo estaría al cargo de un educador y de una educadora. Indudablemente que las dificultades, como en toda obra humana guiada por una profunda vocación, tuvieron que ser considerables. La adaptación a nuestra cultura, el aprendizaje de nuestra lengua, la necesaria sintonía con la ciudad fueron asignaturas superadas con esmero y rapidez. Nacía, pues, de la mano de estos Hermanos, abiertos, “modernos” y fraternales, un concepto de asistencia al deficiente desconocido en España; no en vano COSAMAI ha sido centro piloto en la nación y los hermanos han sido reclamados desde numerosas instituciones públicas y privadas para impartir conferencias y aprovechar su experiencia, lo que ha redundado en beneficio del prestigio de la ciudad.

La estructura organizativa que los Hermanos Holandeses dieron al colegio COSAMAI, la difícil consecución, dado nuestro carácter, de aunar las voluntades de la comunidad que allí trabaja y educa, constituye un caso excepcional. El “ora et labora” que decían los antiguos, el equilibrio entre lo manual, lo deportivo y lo teórico, han conseguido integrar a un grupo importante de muchachos y muchachas en la sociedad. Sin duda esa preocupación integral por el chaval deficiente ha ido calando en los responsables del mantenimiento del centro: así se puso en marcha la Casa de Hospital de Orbigo para aquellos alumnos que no tuvieses familia, o se creó el Centro Ocupacional para desarrollar una actividad laboral.

Dentro de la innovadora tarea educativa y asistencial es preciso destacar aquellos actos que implicaban a la ciudad, que buscaban la difícil integración social. La celebración bulliciosa de la Navidad, el fantástico circo -hoy con su propio edificio -, la fiesta del Carnaval para toda la ciudad - en tiempos en que estaba prohibido -, la Romería en la que Astorga se ha volcado con puesto y tenderetes, la participación activa en campeonatos deportivos o en certámenes teatrales, la banda de cornetas y tambores, la colaboración en la cabalgata, en fin, esa concepción del Colegio como casa abierta a todos ha resultado reconfortante y fructífera.

Es preciso destacar un hecho significativo, y que merece especial atención. Por los Hermanos Holandeses Astorga figura como un albergue de peregrinos en las guías internacionales. Cada verano, algunos Hermanos mayores, conocedores de idiomas, venían a hacerse cargo de este menester que hoy tanto nos apasiona. Astorga, pues, gracias a su dedicación, ha seguido siendo una de las ciudades más hospitalarias en la Ruta Jacobea. Antes de dejar definitivamente el Colegio, por si no había recursos humanos suficientes para atender a los peregrinos en uno de los inmuebles, han dejado una sala acondicionada para ese menester.

Caracteriza a los Hermanos Holandeses la humildad y la eficacia. Honda huella han dejado en la ciudad muchos de ellos: por decir algún caso, el hermano Nicolás en las artes plásticas, el hermano Teo en el deporte, el hermano Pedro en la creatividad … Desde el 22 de enero de 1968 -fecha de inauguración del colegio- hasta estas Navidades, han pasado por sus manos setecientos cincuenta y dos alumnos; algunos de ellos retornan con frecuencia a hacer una visita al Colegio; a otros les han seguido buscando empleo en talleres y fábricas. Ha sido el suyo en definitiva un empeño positivo, posible porque lo asiste una vocación profunda. Para la ciudad esa simbiosis de dos culturas han enriquecido su carácter.

Por todas estas razones se somete a la votación del Pleno el nombramiento de los “Hermanos de Nuestra Señora de Lourdes” en Astorga, representados por los tres directores que han guiado el Colegio, los Hermanos Antonio Collart, Teo Vanden Boer y Antonio Houdè, el nombramiento de Hijos Adoptivos de la Ciudad de Astorga.”

Abierto el turno de intervenciones, a no producirse éstas, por suscribir en todos sus puntos, por todos los miembros de la Corporación, la propuesta presentada por la Alcaldía Presidencia, se pasa a la votación con el siguiente resultado: votos a favor, catorce; votos en contra, ninguno; abstenciones, ninguna.

Y el Pleno del Ayuntamiento por unanimidad de los miembros presentes, que revisten mayoría absoluta de su composición legal, ACUERDA:

NOMBRAR A LOS “HERMANOS DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES” en Astorga, representados por los tres directores que han guiado el colegio, los Hermanos Antonio Collart, Teo Vanden Boer y Antonio Houdè, HIJOS ADOPTIVOS DE LA CIUDAD DE ASTORGA.