El elemento importante de la toma de decisiones estriba en definir la pregunta. Las etapas importantes y cruciales consisten en determinar si existe la necesidad de tomar una decisión y de que tipo de decisión se trata, y es precisamente en esta etapa donde los japoneses pretenden obtener el consenso. En definitiva esta etapa es la que constituye para ellos la esencia de la decisión. La respuesta a la pregunta se deduce de su definición.

Durante este proceso, anterior a la decisión, no se menciona siquiera la posible respuesta y por supuesto las acciones que se generarán y la elección de las personas encargadas de ejecutarlas, se realiza a gran velocidad.

Esta forma de tomar decisiones produce resultados eficaces y no necesita dedicar ningún tiempo a "vender la decisión".

Tiene un mejor enfoque pues es un proceso demasiado complejo como para aplicarlo a asuntos de poca importancia.

No comprometiéndose en una determinada recomendación, antes de llegar al consenso, se encuentra uno con menos posibilidades de convertirse en prisionero de las propias respuestas preconcebidas.

Peter F. Druker. Lo que podemos aprender del modo de dirigir de los japoneses.
Harvard Business Review. 1971, Harvard-Deusto 1977.